El Cardenal Michael Czerny, Subsecretario de la Sección Migrantes del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, comparte un mensaje en el segundo aniversario del Sínodo Amazónico, del cual fue Secretario Especial, nombrado por el papa Francisco:
Queridos Hermanos y Hermanas,
El proceso sinodal no terminó con la ceremonia de clausura ni con el Documento Final ni con Querida Amazonía. Continúa – no sólo renovando la Amazonía -, sino, con la gracia de Dios, renovando a toda la Iglesia.
Fuera de la Amazonía, es muy importante para nosotros escuchar la historia de la gran Providencia de Dios, su mano poderosa y su brazo extendido, y su amor que dura para siempre (cf. Salmo 136,12) para aprender cómo en nuestro tiempo Dios conduce a su pueblo en la historia de la salvación. Es muy importante recordar los muchos pasos ya dados por estos caminos, dar gracias a Dios por su gran providencia.
Un punto clave puede ser aprender que la sensibilidad hacia la tierra y su pueblo, con su relación orgánico-espiritual con la Madre Tierra, es un factor más significativo que otras características funcionales, instrumentales o institucionales de la Iglesia. Otros países y regiones necesitan evaluar la importancia de la Amazonía, abordar la forma en que sus opciones de consumo contribuyen al peligroso estado de la Amazonía, y abordar sus propios problemas análogos a nivel local.
Una de las grandes gracias de este Sínodo se escondía en su título o tema: “Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”. Como el propio pueblo amazónico, todos somos ciudadanos a la vez de la Iglesia y del mundo, necesitando a ambos, amando a ambos, cuidando a ambos.
“Liberar a los demás de sus esclavitudes implica ciertamente cuidar su ambiente y defenderlo, pero todavía más ayudar al corazón del hombre a abrirse confiadamente a aquel Dios que, no sólo ha creado todo lo que existe, sino que también se nos ha dado a sí mismo en Jesucristo” (QA, 41).
Tanto la Amazonía como nuestro propio territorio son un locus theologicus, un lugar teológico para la contemplación del misterio sagrado, así como para afrontar cuestiones sociales, económicas, ecológicas, políticas y culturales.
Una de las conversiones del Sínodo es la conversión sinodal, hacia horizontes de comunión más profunda y de participación inclusiva. El Documento Final subraya la experiencia de sinodalidad, de caminar juntos. Espero que todos los que lean el Documento Final tengan una fuerte sensación de paz y consolación que proviene de la experiencia de ser guiados por el Espíritu y de reconocer tantos dones; de sentir la llamada a responder a una realidad particular y a responder juntos, sí, al grito de la tierra y de nuestros hermanos y hermanas, especialmente los de las periferias.
Comenzamos a prepararnos para una apreciación más profunda de la sinodalidad gracias al proceso sinodal mundial que el Papa Francisco lanzó formalmente el 9 de octubre. De cara a octubre de 2023, anticipamos con alegría el Sínodo sobre la sinodalidad: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. El camino ya está despertando una gran atención.
Como dijo el Papa Francisco hace seis años, en el 50º aniversario de nuestros sínodos modernos: “Precisamente el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio. Lo que el Señor nos pide, en cierto sentido, ya está todo contenido en la palabra «Sínodo». Caminar juntos —laicos, pastores, Obispo de Roma— es un concepto fácil de expresar con palabras, pero no es tan fácil ponerlo en práctica”[1]. La sinodalidad se refiere a la esencia misma de la Iglesia, a su realidad constitutiva y, por lo tanto, orientada a la evangelización. Es una forma de ser eclesial y una forma profética de servir al mundo de hoy. Ya lo hemos aprendido en el Sínodo Amazónico.
Todas nuestras Iglesias particulares necesitan de procesos de escucha, cooperación y sinergia. Regulados por la humildad y la docilidad al Espíritu Santo, que nuestras comunidades cristianas aspiren con confianza a un feliz discernimiento de los caminos de futuro y a una puesta en práctica compartida, para que, dondequiera que estén, todos ustedes puedan participar en el camino sinodal.
Card. Michael Czerny SJ
____________________________________________________________
[1] Papa Francisco, 50º aniversario del Sínodo de los Obispos, 17.10.2015 https://www.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2015/october/documents/papa-francesco_20151017_50-anniversario-sinodo.html
Tomado de: RED ECLESIAL PANAMAZÓNICA – REPAM. 28 de octubre de 2021.